Hotel Transylvania 4, Transformania, es la cuarta entrega de la franquicia animada del vampiro que dirige un gran hotel residencial para monstruos, es la más brillante, divertida, dulce y completa hasta la fecha.
La lucha de los monstruos con los humanos por entenderse mutuamente, se lleva a su etapa final cambiando de lugar gracias a un rayo transformador que funciona y luego se rompe, dejándolos atascados de esa manera hasta que puedan encontrar un reemplazo justo a tiempo para un final feliz.
El devoto padre viudo Drácula, que en ésta ocasión cuenta con la voz de Brian Hull quien sustituye a Adam Sandler, se da cuenta que nunca ha estado completamente cómodo con el esposo de su hija, Johnny, con la voz de Andy Samberg, por ser humano. Esto es por algo más que solo por ser humano, Drac es resistente al cambio, ansioso y cuadrado, y Johnny es exactamente todo lo contrario, arriesgado actúa sin planeación y bajo sus impulsos.
Cuando el hotel va a celebrar su 125° aniversario y Drac se prepara para pasar el hotel a la administración de Mavis, con la voz de Selena Gómez, y Johnny, las ideas super entusiastas de renovaciones y cosas nuevas, lo hacen reconsiderar.
Drac le miente a Johnny vilmente a la cara diciendo que existe una ley de bienes raíces que no le permite transferir la propiedad a un humano; Johnny trata de no decepcionar a Mavis, así que decide ir a visitar a Van Helsing, con la voz de Jim Gaffigan, quien después de una búsqueda un tanto confusa, encuentra un rayo transformador, como la seguridad es primero siempre, lo prueban en un conejillo de indias, y una vez que están satisfechos con el resultado lo usan en Johnny, que está encantado de convertirse en dragón.
En un accidente un rayo le da a Drac, y contrario a la vez pasada, estos resultados no ocasionan alegría porque le quita los poderes y lo convierte en humano. Posteriormente, la fuente de poder del rayo, un cristal mágico se rompe, así que hay que conseguir otro, el único problema es que se encuentra en la selva Sudamericana.
Así de la nada se convierte en una road movie, con dos personas muy diferentes entre ellos pero también del resto del grupo, que tendrán que aprender a trabajar juntos en el camino.
Lo que lo hace divertido, es el hecho de que están convertidos en personalidades que normalmente no son, por lo que no pueden acudir a sus habilidades normales, Drac pasa la mayoría del viaje frustrado por no poder volar o controlar mentes pero después empieza a disfrutar de la luz solar, aunque termina odiando a otra especie chupa sangre, los mosquitos.
En cuanto a la animación es detallada y sigue el protocolo de dinamismo que las 3 entregas anteriores, la interacción entre las imágenes, la acción y el diálogo puede mantenernos intrigados en especial cuando la vez una segunda o tercera ocasión, cosa que los adultos van a agradecer eventualmente.
La imaginación ilimitada de los animadores se ve reflejada en la extrema plasticidad de los personajes, demasiado exagerada pero eso es coherente con el mundo que se ha creado en la película, con expresiones divertidas consistentes con los personajes.
Se nota que los animadores se divirtieron con las diversas transformaciones. Es muy grato ver el lado humano de los monstruos, en el sentido literal. Griffin, el Hombre Invisible con la voz de David Spade no había sido más que un par de lentes; todos nos sorprendimos al descubrir que ha estado desnudo todo el tiempo, él mismo se sorprende cuando descubre que está calvo. También aprendemos quién ha estado dentro del vendaje de miles de años alrededor de Murray la Momia, con la voz de Keegan-Michael Key y cómo luce Wayne el Hombre Lobo, con la voz de Steve Buscemi sin todo su pelaje. Frankenstein, con la voz de Brad Abrell, que sustituye a Kevin James, resulta ser un galán obsesionado con las selfies aunque su esposa, Eunice, con la voz de Fran Drescher, no está convencida.
Mavis funciona como la voz de la razón en medio de toda la locura, y agrega suficiente calidez para mostrar su amor por Johnny y Drac. Junto con Ericka Van Helsing, con la voz de Kathryn Hahn, traen a las otras esposas para perseguir a los monstruos / humanos en un zepelín para encontrar el cristal antes de que sea demasiado tarde.
Con una aventura al estilo Indiana Jones, Hotel Transilvania: Transformania combina poderes monstruosos, pura tontería alegre y una visión conmovedora de las relaciones familiares.
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