Choose or Die es un thriller de horror británico dirigido por el debutante Toby Meakins, siguiendo el guión de Simon Allen. Anteriormente llamada CURS>R
Todos hemos invertido tiempo tratando de superar un videojuego que nos ha obsesionado en algun momento de nuestras vidas, desde Tetris hasta Halo.
Algunos en específico hemos pasado tiempo tratando de pasar un videojuego macabro hasta altas horas de la noche, los títulos Resident Evil y Silent Hill son un excelente ejemplo de ésto, pero los juegos retro de los 80's tienen otro tipo de horror, uno que no se puede ver con gráficas, ese que se mete en la mente del jugador y te acompaña incluso cuando ya has apagado la consola.
Hubo leyendas en la vida real de maquinitas que aparecían misteriosamente en los salones de juegos o las tienditas de la esquina y ocasionaron traumas o alucinaciones a quienes se atrevieron a jugarlos, éste tipo de mitos es lo que allimenta Choose or Die, capturando de una manera realista la paranoia tecnológica ocasionada por videojuego de texto de hace casi 40 años.
El guión trabaja bajo un concepto relativamente básico, en éste caso seguimos a Kayla, interpretada por Iona Evans, una estudiante que ha abandonado la Universidad porque se ha quedado sin dinero, además de que tiene que cuidar de su madre enferma, interpretada por Angela Griffin.
Kayla y su amigo Isaac, interpretado por Asa Butterfield, encuentran un viejo videojuego de supervivencia de los años 80's llamado CURS>R, que podría ser la solución a todos sus problemas, ya que tiene un premio en efectivo de $100,000 dólares por completar el juego y que no ha sido reclamado todavía. En este universo aparentemente es algo muy común, de acuerdo a Isaac.
Ésto los convence de empezarlo a jugar, pero pronto descubren que el juego los hace vivir todo tipo de horrores, definitivamente el premio no vale la pena. Después de superar varios niveles terroríficos, ya no están compitiendo solo por el dinero si no también por sus vidas.
El juego de horror retro de aspecto extraño comienza a borrar los límites entre la fantasía y la realidad, con terribles consecuencias.
El concepto es intrigante, lamentablemente Choose or Die no lo lleva muy lejos por lo que resulta en una buena película del género que pronto sera olvidada en los estantes de la misma forma que CURS>R.
La maldición mortal del juego crea imágenes realmente aterradoras, en un inicio, debido a la simplicidad del enfoque y el hecho de que no sabemos que es lo que está pasando, o mejor dicho, como es que está pasando.
La cinta evita las configuraciones complicadas y nos basta ver a una mesera que es forzada a incarse, luchando contra si misma, tratando de evitar comer cristales rotos, que finalmente muerde. La maldición en sí es simple, efectiva y sangrienta.
Al igual que en los videojuegos, cada nivel al que llegas tiene ligeros cambios con respecto al nivel anterior, en éste caso, ese fue el error de Choose or Die, cambia los elementos que funcionaban perfectamente por sustos en una exposición sin sentido, tratando de profundizar en la historia básica, arruinando la experiencia de la película.
En cuanto las actuaciones, Iola Evans es genial como Kayla, con mala suerte, todo el descaro de una chica que se ve oblligada a abrise camino por la vida a su propio modo. Aunque las reacciones durante el videojuego pueden cansar un poco, sin embargo tiene un carisma que le permite ssalirse con la suya.
Asa Butterfield es igual de bueno, especialmente cuando nos deja entre ver los sentimientos por su amiga, hay una relación no recíproca entre ellos que crea una especie de atmósfera incómoda pero familiar.
Y al final está lo más destacable de la película, Eddie Marsan, el ex jugador de CURS>R, que demuestra como el videojuego ha echado a perder su vida, tiene una excelente actuación que juega en la cuerda floja entre la cordura y la locura.
Pero las actuaciones no evitan que Choose of Die se pierda en su propia trama, comenzando con una historia sutilmente escalofriante se transforma en una culminación que no cuadra, hay algunos elementos que dejan de tener sentido y los sustos tienden a ser exagerados, las grandes ideas que se inician en el primer acto, no rinden fruto de la manera planeada ya que se distrae con detalles que no son coherentes ni agregan nada más a la trama.
Choose or Die es una película que no sabe lo que quiere ser, nos confunde con una presentación que no es cohesiva durante los 3 actos, encontré el final decepcionante, había una gran idea ahí pero no llega a ser tan buena como podría ser, es posible que el director mejore con el tiempo, solo el tiempo lo dirá.
Sin embargo es una buena película palomera que puedes disfrutar mientras estas doblando la ropa de la semana.
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