Técnicamente ésta película es una secuela de la película del 2016, pero han sucedido tantas cosas en el planeta y en el universo que Dr. Strange se ha mantenido realmente muy ocupado, empezando con Infinity War, Endgame y No way home, que ahora que caemos en la película en solitario es un poco difícil mantener la continuidad con la primera parte, además de que es necesario haber visto o al menos tener conocimiento de Wandavision, la serie de Disney+ que dura 6 horas, para los aficionados de Marvel no hay tanto problema, de hecho es hasta esperado, pero no se si sea normal para los espectadores normales, ya ni siquiera se si hay una diferencia entre eso.
Después de derrotar a Dormammu y de su participación fundamental en Endgame para convertirse casi de inmediato en el nuevo mentor de Spider-Man es fácil olvidar que Stephen no ha pasado mucho tiempo debajo del reflector brillando por si mismo, incluso podemos olvidar por completo que ya no es el Hechicero Supremo, ese título pertenece a Wong.
Mientras tanto no ha pensado mucho en las pesadillas que sigue teniendo, y la película comienza con una secuencia impresionante, que nos deja un poco desorientados, se nota que quieren recuperar la magia de Jack Kirby que brilló en el 2016, esos sueños con animales encantados son el pan de todos los días para Strange y Wong. Sin embargo Stephen sabe que algo está mal cuando una noche ve a una misteriosa jóven.
La cinta no especifica precisamente en que momento de la línea temporal nos encontramos, solo sabemos que obviamente éstos eventos suceden después de Wandavision y de No Way Home, pero nos da pistas suficientes en los detalles del mundo que rodea a Stephen quien ya es conocido como uno de los personajes que salvaron al mundo y al universo, enfocándose en cuanto han avanzado las personas en sus vidas desde entonces.
Gracias a Stephen y a los Avengers, por supuesto, Christine Palmer, interpretada nuevamente por Rachel MacAdams, y su compañero Nicodemus West, interpretado por Michael Stuhlbarg, seguirían siendo polvo, así que todos le agradecen al hechicero por sus actos heroicos. Ahora que todo está regresando a la normalidad, es difícil para él aceptar en lo que se ha convertido, un hechicero poderoso, pero no el más poderoso y la mujer que ama termina casándose con otra persona.
Aquí es donde empieza la influencia de los cómics a sobresalir, ya que nos recuerda lo soberbio que siempre ha sido, y lo desequilibrada que es su vida como héroe. La sencillez de Dr. Strange lo hizo un poco desagradable en la primera parte, aquí nos encontramos con un Benedict Cumberbatch que le inyecta mezquindad al personaje para acentuar su personalidad, lo cual es la decisión correcta.
La locura del Multiverso empieza a calentar motores hasta el momento en que América Chavez, interpretada por Xóchitl Gómez. aparece sin querer en este universo mientras que es perseguida por una de las criaturas de los sueños de Dr. Strange.
Esto nos brinda un poco mas de conocimiento sobre el concepto del Multiverso, ocupando a América como el sustituto de la audiencia para explicar todo lo necesario a los espectadores menos aficionados; y aunque tiene una presencia prometedora y realmente llama la atención en la pantalla cuando interactúa con Stephen y Wong, su diálogo no hace mucho para distraernos del hecho que ella es un mecanismo narrativo conveniente, y no tiene la fortaleza para salir de ese estatus, al menos no todavía.
La capacidad de América para viajar entre universos a través de grietas con forma de estrella de 5 picos, hace que esté en la mira de una amenaza mágica que está empeñada en aniquilarla.
Ésta película refuerza la idea de que Stephen Strange será el nuevo Tony Stark en cuando a ser mentor de super niños se refiere, el ex Hechicero Supremo ha hecho muy poco para demostrar que le gusta cuidar niños, así que las interacciones con América pueden hacer que el ritmo se entorpezca un poco, por el hecho de demostrar como es que llega a cuidar de ella. Y en esos momentos, no se demuestra que America sea algo más que una niña bromista con una habilidad que no sabe controlar que necesita ser rescatada, lo que ocasiona un efecto involuntario de hacer que la preocupación de Strange sea más difícil de comprar. Al menos con Peter Parker visitaron Titan juntos, se volvieron polvo juntos y regresaron a través de los portales como amigos.
Pero hablando de instintos paternales, Stephen, solicita ayuda al Avenger equivocado, Wanda Maxximoff, interpretada nuevamente por Elizabeth Olsen, quien está buscando activamente en las artes oscuras una manera de moverse por el multiverso, con la motivación de que tiene dos hijos en alguna parte utópica del multiverso, además de que ella también ha tenido sueños que le han causado angustia, pero no es una repetición de las mejores escenas de Wandavision de hecho utiliza esa lógica para unificar sus pensamientos en la cinta.
Pero es la falta de conocimiento de éste tipo de magia, por parte de Wanda, causará una pequeña confusión en las personas que no hayan visto Wandavision, sin embargo en cuanto a la tonalidad de la Bruja Escarlata, nos da una gran presentación y ésta vez sientes que realmente tiene un propósito durante la película que sobrepasa el tiempo de pantalla, dejando un efecto duradero en el espectador. Aunque no tarda mucho para entre en conflictos con Strange.
Con magia en la narración, el espectáculo se vuelve mucho más imaginativo y podría decir que hasta cerebral, en especial con la representación de monstruos y conjuros, tomando como referencia las Llamas de Faltine y los Zarcillos Helados de Ikthalon, lo malo es que las escenas que involucran magia siempre están demasiado saturadas o con el ritmo demasiado apresurado como para poder disfrutarlo y seccionarlo a gusto.
Aunque por otro lado, también es una película de Sam Raimi que plasma su estilo y gustos personales en la pantalla, y se nota por completo que le dieron la luz verde para volverse realmente salvaje y desordenado, como el Raimi que nos gusta. No es una película de terror, es una película de super héroes con un filtro macabro.
Algunos espantos de la película parecen más bromas, pero en su mayoría hay ejemplos inteligentes e inquietantes de lo que una persona con conocimiento de magia podría lograr, Raimi mezcla esas ideas con tomas ambiciosas desde ángulos valientes, aunque no todas las tomas tienen el mismo resultado.
Y el valor agregado es la música de Danny Elfman quien logra mantener los diferentes grados de éxtasis que oscila por todo el espectro mágico; aunque no es el mejor sonido que ha tenido Marvel.
Al ver Dr Strange and The Multiverse of Madness, sabes que estás viendo un nuevo capítulo para Stephen Strange, el inicio de una nueva fase que pone las cosas interesantes de nuevo, en especial con lo separado y estático que se ha sentido el MCU después de la Saga Infinity.
Muchos de ustedes irán a ver la película con la única razón de ver los famosos cameos que han sido mencionados hasta el cansancio, para descubrir a quien más va a traer todo el multiverso al MCU. En ese sentido Dr. Strange and The Multiverse of Madness cumple con creces, en un grupo de actores destacados que si bien no están aquí para quedarse, aportan energía al momentum de la trama, incluso podría decir que podríamos usar más de esa sinergia, pero entiendo que no quisieron opacar al protagonista en su película en solitario.
Ese es un truco que es igualmente divertido y atrae a la audiencia con intriga, que al momento de verlo realizado te hace añorar las historias del pasado, aumentando la expectativa de lo que podría venir en el futuro de la franquicia. A diferencia de No Way Home, el multiverso no se presenta como parte del panorama donde los personajes lidian con sus complicaciones, aquí se maneja como parte de la narrativa, un concepto que está presente para hacer avanzar la historia.
Aunque como cualquier película de Sam Raimi, ésta también tiene elementos de terror, y si hay algunos lo suficientemente intensos como para que los padres de familia la piensen dos veces antes de llevar a los pequeños de la casa, mezcladas perfectamente con ideas de flexión al estilo Inception además de humor. Aunque Pero Raimi no eleva a Dr. Strange a un nuevo nivel, como Taika Waititi hizo con Thor. Al contrario se apega a lo establecido por Scott Derrickson.
El problema, si es que puedo encontrar uno, es que el detonante de toda la acción está sobre los hombros de un personaje nuevo y francamente no está tan desarrollado como podríamos haber esperado, América Chávez, cuando Strange decide ayudar no se encuentran las convicciones necesarias para justificar sus hechos, tal vez fue meramente altruismo o posiblemente por que era la excusa perfecta para salir temprano de la boda del amor de su vida.
Ésta aventura invita a Stephen Strange a aprender que el no siempre tiene la razón y que la magia tiene su precio. Es un poco tonto, estar seguro que un camino oscuro que ha doblegado a otros no tendrá efecto en él,
Después de las megaproducciones que fueron Inifinity Wars y Endgame, éste episodio del MCU se siente como un kaleidoscopio girando, donde Benedict Cumberbatch se divierte con su personaje y eleva el ego a 11, emulando una evolución de personaje que se requiere si es que en algún momento dado podrá considerarse héroe, en vez de ser el detalle más elegante en las películas de otros Avengers, sus tratos con sus demonios metafóricos permanecen sin respuesta, negándose a responder sus propias preguntas, pero al final su ego ilimitado descansa por un momento mientras lucha con su propia felicidad.
La narrativa es ingeniosa en la forma que mezcla conceptos de ciencia ficción, esa es la huella de Michael Waldron uno de los escritores de Rick y Morty. El uso de Wanda sigue mejorando con el tiempo, su dolor todavía sigue vendiendo. Christine se encuentra en la película para que Stephen se dé cuenta de, cosas. Y América, bueno, digamos que el reorganizar las películas por los retrasos de la pandemia no le convino a ella en lo absoluto, pero por el otro lado, Wanda empezó con menos desarrollo, así que esperemos que nos sorprenda en el futuro.
Obviamente Marvel ya tiene su camino trazado, con mucha magia y personajes lejanos que jamás hubiéramos pensado ver en ésta capacidad dentro del MCU, el cual, por fin se empieza a sentir como una serie de comics de larga duración, lo que no es tan obvio es como Marvel planea continuar ésta fase.
Y no se olviden quedarse para las dos escenas post-créditos.
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