The Black Phone es la nueva película thriller que Scott Derrickson escribe y dirige, adaptando el cuento de Joe Hill, con un actor que siempre es muy filosófico, pero en ésta ocasión Ethan Hawke sufre una verdadera transformación.
Scott Derrickson dejó la segunda parte de Doctor Strange y se enfocó en dirigir The Black Phone, empleando una paleta de colores en tonons sepia y descolorida, como emulando el formato super 8, además de imágenes de periódicos y noticiarios que nos ubican casi inmediatamente en algún momento de los años 70's.
Ethan Hawke camina como un asesino de niños con el apodo de the grabber / el capturador, quien se aprovecha de los niños de una ciudad muy pequeña y tranquila del estado de Colorado. La actuación un tanto experimental nos presenta al mejor Ethan Hawke en un buen tiempo además de que ayuda a la construcción de la narrativa de una manera muy intrigante.
La cinta nos deja ver los miedos tangibles de la realidad con un poco de escalofríos sobrenaturales que bien podrían ser escritos por el padre de Joe, el señor Stephen King.
Los aficionados a los clásicos como It o Misery puede que se encuentren en su área de confort, puesto que el niño protagonista de nombre Finney Shaw, interpretado por Mason Thames, de 13 años vive rodeado de bullies escolares, un padre borracho y abusivo, interpretado por Jeremy Davies, mientras que los casos de niños desaparecidos se van acumulando en los periódicos. Ya saben, una chulada de pueblo.
El primer acto de la película se hace cargo de establecer las reglas del mundo que estamos observando, toda la preparación de los personajes en especial la dinámica entre Finney y su hermana, Gwen, interpretada por Madeleine McGraw.
Como es de esperarse, la camioneta negra del capturador se cruza en la vida de Finney, ahora nos encontramos junto con él prisioneros en un viejo sótano que solamente tiene un teléfono negro que no funciona, pero le mantiene compañía.
Sin embargo, el teléfono suena, Finney contesta y ésto es lo que involucra las partes sobrenaturales de la película, porque del otro lado de la línea se encuentra con él más improbable de todos los aliados, una de las víctimas del capturador, la llamada viene del más allá. Esto suena bastante raro cuando lo escribo pero la película logra hacer que funcione bastante bien.
Resulta que son varios los espíritus de las víctimas del capturador que están tratando de ayudar a Finney para que salga y no se convierta en uno más de ellos. Esta es una de las escenas que están ejecutadas muy bien, con esa atención a los detalles que la hace sentir especial, evitando que se sienta mundana, o una película con formato prestablecido o conocido.
Los personajes infantiles o juveniles, son realmente identificables y lo más importante es cuando las escenas son un poco más pesadas, los actores realmente brillan, bajo la influencia del miedo, la tensión, la intensidad o las lágrimas.
El capturador es malévolo y tiene una buena cantidad de máscaras un tanto grotescas, que nos recuerda una mezcla entre Lon Chaney en London after midnight y Tim Curry en Legend, es cálido incluso parece que se preocupa un poco por Finney, pero la amenaza siempre esta muy cerca.
Algo que se puede destacar es el uso de la máscara que se puede ver en el poster, porque aunque sabemos quien es el actor que está en la cinta, realmente no lo vemos como tal, siempre se cubre la cara con esa máscara lo cual lo hace aun más espeluznante, y no es por el diseño de la máscara como tal, bien podría estar usando cualquier cosa, una cara de payaso, un emoji con sonrisa, incluso un pokemon funcionaría, el hecho de que es un robachicos asesino no importa que es lo que use siempre será espeluznante. Aunque la máscara tiene una pieza intercambiable que se usa dependiendo del estado de ánimo del capturador.
El director reúne un gran reparto de niños y jóvenes, que nos brinda una excelente actuación en todos los casos orquestados en un ritmo moderado, con sustos no tan frecuentes sin embargo están muy bien ubicados en la línea temporal de la película, al grado que no sientes pasar los 103 minutos de duración de la cinta.
Hay algunos actores que cuando firman un contrato para una película siempre establecen que su rostro debe de aparecer por determinado tiempo o cosas por el estilo, pero Ethan Hawke no lo hace de esa manera, nunca vemos su rostro, nos da la sensación que entiende que ese tipo de decisiones son mejores para la película y el enriquecimiento del personaje como villano. Mis respetos.
Finney nos involucra en el drama de una manera impecable, y su hermana, Gwen, interpretada por Madeleine McGraw, empieza a tener sueños que le dan pistas para encontrar el paradero de su hermano.
Hay solamente un susto que nos hace brincar, pero es uno importante y es de los que mejor se han usado en el género.
Aunque hay también un error en la narración ya que nunca se explica el origen del capturador, que fue lo que lo llevó a ser tan atroz, lo que nos deja pensando que siempre ha sido así y hay cosas en el mundo que nunca tienen explicación.
El equipo actoral junto con el director hacen lo suficiente como para que no nos movamos de nuestro asiento, aunque no sabemos si realmente podamos pasar toda la película sin prender las luces, de nuevo. La tenemos que recomendar, en especial si eres aficionado del genero o simplemente si eres fan de Ethan Hawke o de Scott Derrickson.
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