I'm your man

I'm Your Man es una película alemana que se acopla más a la ciencia ficción que a la vida diaria, escrita y dirigida por Maria Schrader. Y protagonizada por Maren Eggert que interpreta a Alma, y Dan Stevens que interpreta a Tom.

El filme ganó en Berlín, en el 2021, antes de tener un estreno limitado, resulta ser una película bastante inteligente para ser una comedia romántica, y rápidamente se convierte en algo un poco más profundo, además de conmovedor, en especial sobre la condición humana.  Tal vez no rompa el molde, pero trabaja con demasiada originalidad y confianza. 

La película está basada ligeramente en la novela de Ira Levin, titulada The Stepford Wives, pero con una visión contemporánea donde las jerarquías patriarcales no son tan rígidas y se muestra un cambio de género. La protagonista, Alma, no vive en un suburbio perfecto, y no necesita un compañero para limpiar su casa, que le nutra el ego o que críe a sus hijos, su compañero solamente busca hacerla feliz, después de todo, es lo que todo mundo busca. 

Aunque podríamos decir que es una comedia romántica, realmente tiene una inclinación más hacia la ciencia ficción por la existencia de Tom, que es un socio robótico, cuya existencia realmente no se explica demasiado, más allá del hecho que la ciencia lo creó. Las ramificaciones de un gadget como este tampoco son exploradas en la sociedad de la película.

Alma se dedica a la antropología, y ha sido reclutada como una especie de experimento social al pasar unas semanas con Tom, un robot especialmente diseñado para brindar la compañía perfecta, la finalidad del experimento es recabar datos para saber si se debería de permitir la existencia de robots de compañía.

Alma en cierta forma es la típica protagonista de una comedia romántica, en el hecho de que pone su carrera antes que cualquier cosa, hay una expareja del que no se ha recuperado del todo, además de la estereotípica familia complicada. Pero no es la chica buena onda que sale a tomar cócteles con sus amigas en un departamento de lujo. Tiene una personalidad más amable e inteligente pero sensible. 

Debido a su trasfondo profesional, ella se dedica al experimento profesionalmente, aunque pronto comenzará a darse cuenta de algunas grietas de vulnerabilidad en su persona. De hecho, es bastante cruel con Tom, y las respuestas que recibe no son las que normalmente ella esperaría, ya que, aunque está programado para hacerla feliz, eso no se traduce en obediencia completa. Son esos momentos donde la relación se ve desafiada y la actuación de Dan se vuelve muy interesante.

Tom conoce a Alma en medio de un evento que pareciera estar diseñado para emparejar solteros, y dejar que los sentimientos románticos fluyan, durante la velada hay un momento en donde hay muchas parejas bailando, y ahí es donde Tom empieza a cortejar a Alma, pero realmente todo es una fachada, las parejas son todas holográficas. Tom se presenta como un androide que está diseñado para satisfacer a Alma y hacerla virtualmente feliz. 

Aunque la dinámica es en esencia perfecta, se vuelve menos eficiente, porque nadie quiere hablar mejorar la probabilidad de sobrevivir un accidente automovilístico si tan solo ajustas un poco el asiento. No hay aventura y se siente aburrido.

Lo maravilloso de Tom es que reduce su carisma natural sin entender del todo el porqué sería una pareja perfecta. Pasa sus días sintiendo que no está haciendo las cosas bien, tratando de adaptarse a las necesidades de su pareja con cada intercambio. 

Es difícil imaginar que alguien pueda resistir las atenciones de Tom, por lo que empieza a crecer una relación entre Alma y el robot que podríamos catalogar como romance. Al principio, Tom, aprende a través del ensayo y error, como cualquier programa, ofrece consejos verdaderamente útiles, pero nunca son solicitados. Conforme pasa el tiempo, va mejorando la interacción, aprendiendo muchas cosas sobre Alma, y empieza a matizarse de una manera más sensible. 

Las risas de la película son ocasionadas sin duda por Tom, creando una verdadera comedia física sutil con movimientos burdos que se enfocan en la manera de servir el café o la manera en que sujeta un billete, aunque la evolución del personaje lo hace actuar más humano, Tom  siempre nos recuerda que él en realidad es un robot.

I'm Your Man no termina de adoptar las tablas de una comedia romántica, y llega a insinuar todo lo que una mujer tensa necesita es un baño de burbujas a la luz de las velas, flores y cumplidos constantes para poder ser feliz, así que tampoco se aleja del estereotipo.

Aunque en el segundo acto de la historia, se llegan a colar algunas ideas un tanto retrogradas cuando Alma está vestida como una mujer de otras épocas, y por un momento llegamos a pensar que la complicada mujer que nos presentaron en el primer acto se ha ido. Por suerte, el tercer acto restaura a la Alma inicial, otorgándonos una conclusión no tan satisfactoria, pero no se siente como una traición o cambio completo de la personalidad de Alma solo por el bien de la conclusión.

El libro de Levín creaba el punto que a los hombres no les importaba la existencia de sus esposas, más allá de la elaboración de los deberes domésticos y de mantenerlas satisfechas, aunque también criticaba el hecho de que las amas de casa dependían cada vez más de máquinas para llevar a cabo sus labores domésticas y algunas pastillas para pasar el día.

Por otro lado, la película, sugiere que el ser feliz puede erosionar el racionamiento de una persona al grado de producir un caos existencial, lo malo es que la película no tiene el valor de concluir su hipótesis, no nos dice si vale la pena pagar ese precio a cambio de ser amado y nutrido.

I'm Your Man nos plantea cuestiones sobre el amor, el libre albedrío, y el significado de la vida y el ser humano, pero no pretende responder ninguna pregunta, concluyendo de una manera mucho más sencilla, con un poco menos de dos horas que pasan muy felizmente, de acuerdo a Tom es lo único que necesitamos, no hay que pensarlo demasiado y ser felices.