La historia básicamente es narrada, al igual que el tráiler por Korg, donde nos hace recordar la tragedia y la perdida que Thor ha tenido que experimentar, además de formar parte momentáneamente de los Guardianes de la Galaxia, aunque lo hace más como terapia ocupacional dentro de su propia manera de lidiar con todo lo ocurrido en la fase previa.
Thor, bajo la dirección de Taika Waititi se retrata valientemente con mucha agitación interna, con una gran personalidad, incrustando frases cómicas a diestra y siniestra. Teniendo una encrucijada en su vida, ya que se reencuentra con la Dra. Jane Foster, una exnovia, más rápido de la que esperaba, revelándonos la primera comedia romántica del MCU, y una bastante épica en eso.
La apertura es bastante eficiente, estableciendo a Gorr y los trágicos acontecimientos que eventualmente lo impulsan a decidir que todos los dioses morirán, ganándose el sobrenombre del Carnicero de Dioses. Todo tiene un giro lúgubre cuando adquiere la Necrosword, en parte está embrujado y en parte su personalidad es inquietante, prometiendo usar el artefacto místico para acabar con todos los dioses, donde por algún motivo se encuentran Thor y su compañía Asgardiana. Gorr baila libremente entre los giros teatrales y la resolución. Christian Bale ocupa cada sombra con gran habilidad, dejando claro que le gustó la oportunidad de interpretar a un personaje más pícaro, incluso cuando busca venganza.
Thor sigue una existencia demasiado despreocupada hasta que decide dejar atrás a los Guardianes de la Galaxia justamente antes de que el amor de su larga vida, Jane Foster, regrese.
El primer acto de la película prepara todo lo necesario para que Thor y Jane recuperen y aumenten la química que sabíamos que existía, pero que realmente no habíamos presenciado durante las tres películas previas, haciendo una mención especial al flashback extendido que nos lleva a la parte temprana de su relación. Jane se ha alejado de Thor desde hace mucho tiempo y las circunstancias actuales la empujan a buscar ayuda Asgardiana y ambos se ven forzados a dejar todo en pausa de nuevo cuando Gorr se une a la batalla.
Aunque Jane realmente fue un pez fuera del agua durante los eventos de Dark World, ahora Mjolnir ha formado un vínculo con Jane y la ha considerado digna de los poderes de Thor, pero también guardan el secreto de su repentino interés por la magia. Jane es el personaje que tiene mejor crecimiento durante la película, y nos hace pensar en como podría ser su futuro dentro del MCU.
Quitando el hecho de que Jane regresa, el verdadero triángulo amoroso se resuelve de una manera un tanto burda, aparentemente hay una relación entre Thor, Stormbreaker y Mjolnir, al grado que el hacha Stormbreaker, parece antropomórficamente celoso de que Thor intente recuperar a Mjolnir. Pudo haber sido chistoso, pero creo que llevaron la broma muy lejos.
Ese conflicto es donde la película se desarrolla en el terreno conocido del MCU donde la carrera para detener a Gorr antes de que se vuelva demasiado poderoso y, por lo tanto, insuperable, con todo el ámbito familiar de una persecución a través del cosmos.
En el otro lado del reparto, tenemos a una Tessa Thompson que interpreta a La Reina Val, de manera arrogante, convirtiéndose en un punto alto constantemente, aunque el personaje no es tan ocupado como en la película pasada, pero se entiende por la participación de Jane.
La película tiene un ritmo rápido y no tiene ningún problema en mantener a la audiencia en sus asientos por la completa duración del filme, pero es muy precavida en no mover mucho el arco del multiverso que ha sido el tema continuo en el MCU.
Esto es un poco más notable en la trama secundaria, que involucra una gran cantidad de cameos, donde obviamente vamos a destacar a Zeus, interpretado por Russell Crowe, aunque no nos deja claro si se van a comprometer con sus propias elecciones o si se van a limitar en mantener las opciones abiertas para próximas películas. También es excelente la inclusión de canciones elegidas de Guns N' Roses.
A pesar de los efectos visuales llamativos, y la osadía de Chris Hemsworth de retratar a Thor más arrogante de lo que nos tiene acostumbrados, incluyendo el desnudo que ya ha sido sobreexpuesto en la campaña publicitaria, la mayoría de las bromas en Love and Thunder no son bien recibidas. Hay una falla en la mezcla de los géneros, o es acción, o es romance, o es ciencia ficción, en general los temas flotan por si solos, pero pudo haber existido un toque más fino al momento de combinarlos.
Aunque Love and Thunder es una buena película, en comparación a lo que hemos visto previamente, se siente menos atractiva.
Y si de maravillar se trata, la esperanza siempre será eterna, debido a los retrasos que los grandes estudios han tenido que soportar por la pandemia global, es un poco decepcionante tener que poner esperanzas en la siguiente película.
En cuanto a las escenas post créditos, continúan con la tendencia de aminorar el impacto de algo que sucede a lo largo de la película. Las implicaciones de la primera escena fue la más interesante de ambas, y al menos en la audiencia que me tocó fue la mejor recibida, presentando a un nuevo personaje y la insinuación de una trama más prometedora por venir. Pero si de presentar personajes se trata, hemos estado esperando por Adam Warlock desde los Guardianes de la Galaxia Vol. 2, así que nos veremos en 8 años aproximadamente.
Aunque es verdad que la segunda escena si tiene una especia de conclusión.
Todo lo que se logró en Thor: Ragnarok se ha desvanecido, esta cuarta entrega no es tan divertida como pretende ser, ni tan romántica como debió de haber sido, ni tan conmovedora como se supone iba a ser, si hay fuegos artificiales, pero no los que estábamos esperando. Y aun así, se promete al final que tendremos una nueva película, musculosa y hermosa, con la leyenda que dice: Thor regresará.
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