1917, es una cinta bélica británica estrenada en 2019 bajo la dirección de Sam Mendes, siguiendo el guion de Krysty Wilson-Caims, junto con Mendes.
Estelarizada por George MacKay y Dean-Charles Chapman, con Mark Strong, Andrew Scott, Richard Madden, Claire Duburcq, Colin Firth y Benedict Cumberbatch como secundario.
En parte está inspirada en las historias que Sam escuchada por parte de su abuelo, Alfred Mendes, en las trincheras de la Primera Guerra Mundial.
Temporalmente, la cinta toma lugar después de que los alemanes se retiraron de Línea Hindenburg durante la Operación Alberich, siguiendo a dos soldados británicos, quienes tienen órdenes de entregar un mensaje, cancelando un ataque, para uno de los dos mensajeros es especialmente importante, ya que involucra liberar a su hermano de un ataque que está destinado a fracasar.
En agosto de 2019, nos mencionó que es la historia de un mensajero que tiene un mensaje que entregar. Eso es todo lo que puedo decir. La historia la escuché cuando era niño y la he ampliado, por supuesto, pero mantiene su núcleo.
La banda sonora fue compuesta por Thomas Newman, quien es un colaborador frecuente del cineasta.
La visión de Sam era capturar la historia en tiempo real, para permitir a los espectadores involucrarse en el complicado viaje. Sin embargo, el meticuloso filme de dos horas de duración tiene muchos trucos.
Sería casi imposible que la película siguiera por completo a los protagonistas, mientras caminan por trincheras, ciudades destruidas, tiroteos, persecuciones y avalanchas.
El truco, del cual el espectador no se da cuenta, a menos que malgaste su tiempo en averiguar donde están los micro cortes, consiste en filmar tomas largas para después editarlas y unirlas sin pausas aparentes, haciendo la ilusión de que es una sola toma o un único plano.
Es decir, que aunque tiene varias tomas como cualquier película, el resultado final de la edición simula una sola, con una sola cámara que está pegada a los soldados.
Dado que era de suma importancia seguir la pista en todas las tomas, se requiere una atención absoluta, vigilancia constante, por parte del guion y el departamento de continuidad, junto con los efectos visuales y el montador. Es imperativo saber el momento en que hay que juntar el plano de una escena con la que le procede, dado que la posproducción no podría arreglar algún error durante este proceso de filmación.
Para poder llevar a cabo el proceso de filmación, Mendes se aseguró de colocar transiciones que pudieran ser colocadas de manera sutil, como atravesar el umbral de una puerta, cortinas, entradas al búnker, siluetas o el movimiento natural del cuerpo cuando atraviesan el primer plano, incluso en paneos de 360 grados.
Al filmar de esta manera, los espectadores consiguen tener una impresión auténtica y comprensible de lo que están pasando los protagonistas, la razón por la que se eligió hacer la película con este material, es porque el tipo de historia amerita contarse en tiempo real. La sensación de la distancia que se tiene que recorrer importante, haciendo más valioso la decisión emocional que permite hacer la conexión con el viaje de ambos personajes. Los espectadores dan cada paso junto con ellos, toman cada respiro junto con ellos. La idea estuvo desde el momento de la concepción de la historia, junto con el estilo, la forma, el contenido, se empieza a desarrollar la narración donde cada segundo forma parte de una cadena continúa e ininterrumpida.
Con esta premisa se hace fundamental la minuciosa planificación de cada escena durante largos meses de ensayos para 1917, se estudia la distribución de los sets, y se decide como se van a mover los actores dentro del espacio que obviamente estarán cubiertos por el ángulo de grabación.
La cámara puede estar cerca o lejos de los actores, a veces es necesario alejar la cámara para poder mostrar el espacio bélico que se reprodujo impresionantemente. En el proceso natural de crear películas, siempre hay maneras de arreglar cualquier problema durante la posproducción, pero eso no es posible en esta cinta, no hay otra salida, se tiene que hacer entera a la perfección. El baile de la cámara con los actores y los efectos visuales deben de estar perfectamente sincronizados, cuado se consigue, da como resultado una escena muy estimulante. Para esto, hace falta una gran planificación, y un equipo lleno de técnicos de gran habilidad.
A todo esto, hay que agregarle que no se repitan locaciones en 1917, ni los soldados, ni la cámara dejan de moverse de un lugar a otro, es una experiencia que no se puede describir. Se tiene que ver realmente en una pantalla para darte cuenta de lo verdaderamente inmerso que te encuentras y de cómo esta técnica consigue meternos en lo más profundo de la narración.
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