En el año de 2019, salió una película que trató de plasmar en la pantalla las diferencias que pueden ocurrir en una oficina cuando hay grupos que son de diferente extracto social y cultural, y lo hizo de una manera agradable, simpática, donde muchos nos sentimos identificados con algún personaje de la película, y eso se vio reflejado en la recaudación en taquillas de la cinta llamada: Mirreyes vs. Godínez, ya que alcanzó el quinto puesto en las películas más taquilleras en la historia del país, con la nada despreciable cantidad de 237 millones de pesos.
Solamente superada por No se aceptan devoluciones (2013), Nosotros los nobles (2013), No manches Frida 2 (2019) y ¿Qué culpa tiene el niño? (2016).
En vista del éxito obtenido, la producción de una secuela se puso en marcha, pero lamentablemente contaron con dos obstáculos muy fuertes, la primera, la emergencia sanitaria que puso en pausa todo, y la segunda, la falta del protagonista de la primera parte, Pablo Lyle, por estar preso en Miami debido a la muerte de un hombre. Aunque Santi es mencionado al inicio de la película. Pero no nos desviemos del tema.
La producción se inició en marzo del 2020, pudiendo filmar solamente una semana y media, debido a la emergencia sanitaria. En ese intermedio se lanzó a manera de promoción un especial llamado Home Office Un especial de Mirreyes Contra Godínez.
La película trata de estar a la altura de la primera, pero lamentablemente falla. La empresa Kuri - González recibe una oferta, que incluye inyección de capital, causando que las opiniones se polaricen, entre los que quieren crecer y los que se sienten cómodos con el progreso que han creado por sí mismos. Para poder llegar a un punto donde todos se sientan cómodos, se planea un retiro corporativo y poder lograr unirse nuevamente como equipo y tomar la mejor decisión para la empresa que se ha convertido en su segundo hogar.
Ahora hay dos jefes, Genaro, interpretado por Daniel Tovar, y Michelle, interpretada por Regina Blandón, incluso ellos, que son pareja, terminan en posturas diametralmente opuestas, en específico porque Genaro no es bueno con los cambios
Bajo esa premisa uno esperaría que los personajes hayan tenido un poco de crecimiento, aunque no específica cuanto tiempo ha pasado desde el final de la primera parte, solo tenemos claro que es después.
Una de las indicaciones que reciben durante el retiro, es que entre todos cuenten una historia y la manera de escoger quien continúa la trama es por medio de una pelota, obviamente esto empieza a causar fricciones y terminan aventándose la pelota con coraje.
Genaro pide consejos a sus compañeros, pero solamente complica más las cosas, así que decide llevarse a su equipo al bosque, buscando la guía de un conferencista que les hace ver sus fallas, como el egoísmo de Nancy, interpretada por Diana Bovio, o el no querer envejecer por parte de Conan, interpretado por Christian Vázquez.
Se mantuvo lo que funcionó en el 2019, pero eso no es necesariamente bueno, el problema reside en que se ocupa exactamente el mismo formato, los mismos conflictos tienen el mismo origen, y pareciera que los personajes no aprendieron a ser equipo, las bromas fueron recicladas en el guion, ninguno de los personajes tiene un crecimiento o un arco completo, se reutiliza la dinámica por lo que nada se siente original.
Aunque se trata de llegar a nuevas audiencias con la inclusión de Woke, interpretada por Roberta Damián, solo que sus diálogos parecen de un twittero activista, en vez de causar consciencia, hace que uno como espectador gire los ojos y piense, ¿por qué?
La sátira, las implicaciones laborales, el sexismo y el clasismo que resaltaron en la primera parte pasan completamente desapercibidos.
Regina Blandón y Christian Vázquez hacen lo que pueden para salvar la película, pero no pueden con todo el peso de la película, ellos solos, y después de ellos, lo más rescatable son las locaciones de la selva veracruzana que nos brindan un cambio de la monotonía citadina de la empresa Kuri - González
Honestamente, no entiendo muy bien por qué la secuela existe, pero supongo que la ambición de querer explotar un éxito de taquilla con una segunda parte es tan buena razón como cualquier otra. La producción no aprendió la lección que quiere promover en su película, hacer equipo y estar dispuestos a intentar nuevos retos.
Por suerte, Mirreyes vs. Godínez 2: El Retiro no contará con un estreno en cartelera, pero ya se encuentra disponible a través de la nueva plataforma latina de paga, llamada ViX Plus. Para verla necesitas contratar dicho servicio, el cual cuesta $119 pesos al mes.
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