Operation Fortune: Ruse de Guerre es la mas reciente pelicula del director britanico Guy Ritchie, que resulta ser mas una parodia de Mission: Imposible pero sólo es consciente a medias de ese hecho.
Si bien, es cierto que uno puede disfrutar de las peliculas del director debido al estilo, que tiende a romper la linealidad y genera una energía propulsora cuando tiene una historia envolvente
El impenetrable titulo nos puede dar una buena idea de lo que se puede esperar de esta aventura de espionaje. Solo los espías que la protagonizan podrían apreciar la trama, que resulta en un viaje por una ciudad desconocida para terminar en un callejón sin salida, ya que se trata de una película a la que le faltan elementos interesantes.
Operation Fortune carece de impulso, aunque se presentan los escenarios habituales de las películas de espías, los cortes son abruptos, de la misma forma se presenta la misma faceta de tipo duro de Jason Statham, que termina siendo un poco desaprovechado, y el arquetipico personaje cringe de Aubrey Plaza termina siendo irrelevante.
Jason Statham interpreta al mercenario Orson Fortune, quien es contratado por el elegante agente británico Nathan Jasmine, interpretado por Cary Elwes, para que localice un maletín robado dentro de unas instalaciones en Odessa. Nunca sabemos que es lo que contiene el maletín, tampoco sabemos quién lo ha robado, ni quién lo va a comprar. Pero todo cambia con una persecucion facilitada por el espía J.J. Davies, interpretado por Bugzy Malone, y a Sara Fidel, una experta en tecnología interpretada por Aubrey Plaza, por lo que ahora sabemos que el intermediario es el multimillonario traficante de armas George Simonds, interpretado por Hugh Grant, con una mediana imitacion de un gángster de Michael Caine.
El equipo se dirige a infiltrarse en la fiesta a la que se dirige Simonds en un yate en la Riviera francesa, donde encontramos a la estrella de cine Danny Francesco, interpretado por Josh Hartnett. Mantener el misterio sin resolver durante una buena parte de la película podría funcionar, si es que mantuviera le suspenso a través acción estructurada, pero en Operation Fortune, las secuencias interminables del yate, solo hace que se pierda el interes.
No hay nada en juego, no hay tension, la accion y el humor no consiguen agregar nada a la trama. Fortune tiene peleas cuerpo a cuerpo, y Fidel coquetea con las mentes maestras del plan, porque eso es lo que hacen los personajes en este tipo de películas.
Mientras tanto, existe una rivalidad entre Fortune y otro mercenario llamado sólo Mike, interpretado por Peter Ferdinando, parece destinada a confundirnos y no sepamos el porque se está peleando todo el mundo. En el yate y en cada uno de los exóticos lugares donde el equipo de Fortune lleva a cabo una misión, se encuentran con los operativos de Mike, que también intentan apoderarse del contacto, los números de cuenta, el maletín o cualquier otra forma que haya adoptado el objetivo.
La película deja bien claro que Fortune es la cúspide de la competencia masculina, las escenas de combate no juegan con la idea de que sus combatientes tengan alguna posibilidad de ganar, situando a Fortune, de forma poco convincente, como un impecable ejecutor de la venganza. El problema es que se apoya en una postura demasiado familiar y solo acentua la falta de visión de las películas del género al que está imitando.
Fidel y Francesco, tienen aún menos que hacer que Fortune. A lo largo de la película, a Fidel se le ve como un ingenioso técnico, un profesional sin problemas y un objeto sexy, sin que estas características se conviertan en una personalidad. Hartnett hace bien su trabajo de interpretacion de una estrella de cine narcisista e inconsciente, pero el personaje resulta superfluo, a pesar de que tiene un arco argumental, a medida en que se deja seducir por la generosidad y la personalidad de Simonds.
Las secuencias están desordenas, bien podrían transcurrir en otro orden y tener el mismo resultado, desde una en la que Fortune se infiltra en el complejo de una estereotipica banda ucraniana, hasta otra en la que Francesco y Fidel se hacen pasar por novios en la casa de Simonds.
La película muestra la fabulosa voluntad de Ritchie de jugar con la estructura de la historia, pero lamentablemente no consigue mejorar una trama simple, que termina siendo mas vaga que inteligente. La narrativa no sienta las bases para nada inteligente y, a pesar de sus reflexiones, los personajes nunca resultan divertidos. Operation Fortune, no logra ofrecer los personajes pintorescos, la trama sinuosa y vertiginosa que promete, es una estrategia que en si puede ser un juego pero no es convincente.
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