¡Extra! ¡Extra!

Puppy Love

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Puppy Love es una película de comedia romántica estadounidense del 2023 dirigida por Nick Fabiano y Richard Alan Reid , siguiendo el guion de Greg Glienna , Peter Stass , Kirsten Guenther , Dan Scheinkman y Richard Alan Reid   El reparto está conformado por: Lucy Hale como Nicole Matthews Grant Gustin como Max Stevenson Nore Davis como Sid Christine Lee como Shay Al Miro como Hunter Fosterini Rachel Risen como Lorraine Jane Seymour como Diane Matthews  La comedia romántica, protagonizada por Lucy Hale de Pretty Little Liars como Nicole y Grant Gustin de The Flash como Max, se centra en dos polos opuestos con un encuentro peculiar para este tipo de género: después de deslizar hacia la derecha el uno al otro, la pareja decide encontrarse en un parque y llevar a sus cachorros para la aventura. Mientras Nicole y Max no duermen juntos en la primera cita, sus cachorros, Chloe y Channing Tatum, sí lo hacen, y una cosa lleva a la otra, y antes de que te des cuenta, estos antiguo

The Pope's Exorcist


The Pope’s Exorcist, es la nueva película de Sony Pictures, sobre exorcismos que esta dirigida por Julius Avery, la cual esta basada en los archivos reales del padre Gabriele Amorth, exorcista en jefe del Vaticano. La cinta es protagonizada por Russell Crowe en el papel del padre Amorth, quien a veces piensa que estas posesiones se manejan mejor fuera de casa.

La mayoría de los casos no requieren un exorcismo, nos explica un cardenal, mientras que Amorth recomienda a médicos y psiquiatras al 98% de las personas que buscan un exorcismo.

La trama girar en torno al encuentro de Amorth con un demonio en particular, uno con el que ha luchado antes, y durante los avances podemos ver breves escenas dramáticas de un exorcismo entre Amorth y una niña que aparentemente sufre una posesión demoníaca.
 

Amorth nació en Módena, Italia el 1 de mayo de 1925. Durante la guerra, fue soldado de los antifascistas clandestinos. Se ordenó sacerdote en 1951, para después convertirse en exorcista hasta 1986, cuando el cardenal Ugo Poletti, vicario general de la diócesis de Roma, le nombró exorcista diocesano.

El sacerdote llegó a ser noticia por sus comentarios sobre el tema de las fuerzas demoníacas. Llegó a afirmar que hablaba con el diablo todos los días, el hablaba en latín y el diablo le respondía en italiano, durante los sus últimos 14 años de vida.

Amorth, falleció a los 91 años en 2016, después de realizar 100,000 exorcismos documentados, siendo el exorcista más conocido del mundo y el autor de varios libros, dentro de los que destaca, Un exorcista cuenta su historia, la cual sirvió de inspiración para la cinta en cuestión.

La Asociación Internacional de Exorcistas cree que las representaciones de los exorcismos se ha convertido en un espectáculo que inspira emociones muy fuertes con un entorno sombrío que solo resultan en ansiedad, inquietud y miedo. Sin embargo se espera que el público recuerde que el padre Amorth fue una persona real con un gran legado y quizá algunos cinéfilos busquen algunos de sus libros.

El resultado final de una película es convencer a la audiencia de que los exorcismos son fenómeno anormales y aterradores, cuyo único protagonista es el diablo, con reacciones violentas, pero en realidad los exorcismos celebrados en la Iglesia Católica son todo lo opuesto.

Pareciera que cada año llegan dos dos o tres películas con el tema de exorcismo, incluso cuando las cintas se ven prometedoras, es difícil emocionarse ya que todas son muy parecidas. Así que, cuando leemos un titulo con la palabra exorcista en él, siempre vamos a girar los ojos, sí, otra película sobre un sacerdote que lucha contra un niño poseído por un demonio. Sin embargo, después de los avances podemos pensar que al menos intentan hacer algo diferente.

La razón es por que la trama que rodea al exorcismo, nos presenta con un misterio al estilo de Indiana Jones o del Código Da Vinci en el centro de la historia, y el sacerdote Gabriele Amorth intenta resolver el rompecabezas de esta posesión en particular, no se ve un exorcismo, más bien se trata de el origen de este mal. No sabemos todavía si esa sera la realidad de la película o si nos esta engañando, pero al menos tiene nuestra curiosidad.

Podemos inferir de los avances que el mismo Amorth podría ser poseído o podría tomar un giro dramático maligno, no importa si resulta ser real o solo un sueño, seria un giro divertido.

The Pope’s Exorcist está en cines desde el 14 de abril.
 
 
Amorth es un sacerdote inteligente y bromista que afronta cada misión como un pistolero, pero en lugar de pistolas o cuchillos, lleva un kit de exorcismo con crucifijos y agua bendita en una funda del tamaño de una alforja. Su caballo es un motoneta roja con blanco que es demasiado pequeña para el cuerpo de Crowe, un actor serio, y por esa razón es un gag visual perfecto y maravilloso. 
Amorth tiene incluso una pequeña petaca de whisky que insiste en llevar para aliviar su irritada garganta. Está escrito e interpretado como uno de esos tipos irónicos y duros que solían interpretar en los westerns de los años sesenta estrellas de acción envejecidas pero todavía populares como Burt Lancaster, Kirk Douglas y (sí) John Wayne. Sus personajes señalaban las hipocresías de la llamada civilización, pero la defendían de todos modos. Lo habían visto todo, pero aún podían escandalizarse.

Dirigida por Julius Avery ("Overlord") -y muy, muy, muy vagamente inspirada en un sacerdote real cuya historia fue contada en un documental por el director de "El exorcista" William Friedkin-, la película sigue a Amorth hasta una abadía decrépita de la España rural para expulsar a un demonio del cuerpo de un niño. Se ha presentado como una película de terror, pero resulta más ajetreada e impaciente que espeluznante y aterradora, sobre todo cuando se suceden los cortes entre las líneas de acción paralelas que tienen lugar en la abadía y en el Vaticano (donde Franco Nero interpreta al Papa, que sabe que está ocurriendo algo más que una simple posesión). Se trata, en definitiva, de una película de acción teológica con tintes de western a la antigua usanza, sobre un pistolero entrado en años que forma equipo con un compañero más joven, serio pero inexperto (el padre Esquibel, interpretado por Daniel Zovatto), para salvar a mujeres y niños de un enemigo monstruoso.

Alex Essoe interpreta a Julia, una viuda madre de dos hijos cuyo marido murió en un accidente de coche dos años antes, dejándole la mencionada abadía, que espera restaurar para venderla y pagar las deudas familiares. Julia tiene una hija adolescente llamada Amy (Laurel Marsden) que es rebelde de una forma que en su día se habría llamado "floja", y un hijo de 12 años llamado Henry (Peter DeSouza-Feighoney) que acaba siendo huésped del mal sobrenatural, que se manifiesta prácticamente de la misma forma que lo ha hecho desde que Friedkin adaptó la novela original de William Peter Blatty: blasfemias, llagas abiertas, vómitos, mordiscos, levitación, cuerpos que se retuercen de formas anatómicamente imposibles, etc.
La secuencia inicial es lo más original de la película: Amorth lleva a cabo lo que equivale a un exorcismo de aperitivo hablando mal del mal, exacerbando su arrogancia para engañarlo y que se derrote a sí mismo. La escena es lo suficientemente atractiva como para hacernos creer que se nos ha presentado un personaje original con un potencial infinito para la franquicia: piense en James Bond con el cuello vuelto, o en un primo teológico del detective Columbo, cuyos extraños ademanes y aspecto desaliñado hacen que los sospechosos le subestimen. Incluso hay un epílogo que hace pensar que Amorth se une a una versión exorcista de la Iniciativa Vengadores. Los productores desaprovecharon una oportunidad fácil para el aplauso al no terminar la película con una tarjeta de título impresa que promete "EL PADRE AMORTH VOLVERÁ".

Desgraciadamente, "El exorcista del Papa" es un refrito de clichés de películas de exorcismos que se puede ver pero que dista mucho de ser especial, con desvíos hacia una trama de conspiración vaticana que se ha comparado con las novelas de Dan Brown pero que conecta a medias con las atrocidades y escándalos eclesiásticos. El remate es tan enrevesado y ridículo que parece exculpar a la Iglesia de la Inquisición y del encubrimiento de la pederastia diciendo, en esencia: "El diablo les obligó a hacerlo".

Crowe hace que merezca la pena ver la película, interpretando a Amorth como una persona orgullosa, que recibe las burlas viles con una sonrisa inexpresiva y respuestas rápidas, mi peor pesadilla es que Francia gane la Copa del Mundo. Tiene ingenio seco y mordaz que resulta más atractivo cuando deja ver al público las inseguridades que el cura tiene ocultas. 
 
Cuando pasamos a las imágenes de Amorth recorriendo carreteras rurales en su motoneta convierten al personaje en un icono, fríamente ridículo, ridículamente genial.

Uno puede volver a ver fragmentos de la película sólo para saborear la interpretación de Crowe y sus respuestas. Russel ha sido tan bueno durante tanto tiempo que se desenvuelve en este papel como si no tuviera nada que demostrar, añadiendo pequeños gestos y reacciones para animar una escena. Nunca parece burlarse de la película. 
 
Cuando Amorth revela su propio tormento espiritual, Crowe lo interpreta sufriendo como si estuviera  en una película de Ingmar Bergman. Pero ya no sufre por sus interpretaciones, incluso cuando una escena es seria, se nota que se está divirtiendo.
 

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