Trigal es una película mexicana que fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) el año pasado, es la opera prima de la directora Anabel Caso.
Trigal nos habla sobre el deseo femenino durante la adolescencia y cómo las mujeres se enfrentan a ese despertar. A través de Sofía y Cristina, dos primas que están dejando la pubertad. Durante esta época de cambios, ambas se enamoran del mismo hombre, 20 años mayor que ellas. Los conflictos que surgen de este triángulo amoroso son los que impulsan la narrativa. Hay una diferencia de pensamientos, de mundos, y una desigualdad profundamente grande, Son adolescentes que quieren experimentar libremente en algo totalmente natural y hermoso, La responsabilidad no recae en ellas, si no en alguien que abusa de esas facilidades.
Ese paso de la pubertad a la adolescencia se da a través de de juegos y descubrimientos que están relacionados con la exploración de la sexualidad que va de la mano de la libertad, pero que esta cubierta de muchos prejuicios, diálogos, construcciones, relatos y narrativas alrededor de lo que piensan en esa época.
El reparto cuenta con las actuaciones de:
- Emilia Berjón como Sofía.
- Abril Michel como Cristina.
- Nicolasa Ortíz Monasterio como Silvia.
- Alberto Guerra como J.C.
- Úrsula Pruneda como Susi
- Gerardo Trejiluna.
- Memo Villegas.
Las escenas intimas crearon un gran reto, la producción tuvo que ser muy cuidadosa, explorar y hablar mucho acerca de cómo encarar las escenas. Para la filmación de estas escenas hubo consensos, porque el nivel de intimidad es muy profundo. Se dieron permisos para detener la filmación en el momento en que cualquiera de los actores quisieran.
Si bien la cinta no es autobiográfica, esta nutrida de memorias colectivas de Anabel Caso, quien adaptó vivencias para crear una trama sugestiva y dolorosa.
Trigal, tuvo muchas batallas que librar, desde antes de la producción, y posteriormente durante el rodaje, porque la pandemia se atravesó a media filmación. Es una película sobreviviente y finalmente llega a las pantallas de la cartelera nacional el 20 de abril.
Trigal, expande el
universo del cortometraje Sofía, del 2016 que plantea el encuentro
sexual, en una gasolinera perdida en mitad de la nada, entre una
adolescente y un desconocido mucho mayor que ella.
Sofía
es una chica citadina tímida que comienza a interesarse por los cuerpos
masculinos desnudos y los sentimientos desconocidos que le provocan.
Durante
un verano es enviada a casa de su tía para que pase las vacaciones
junto a sus primas, Cristina y Silvia, un lugar donde su despertar
sexual se verá acelerado por la presencia de trabajadores de una fábrica
que esta del otro lado de los trigales que separan la finca del
pueblo.
J.C.
es quien obtiene la principal atención de las primas, es un hombre de
campo rudo y atractivo con al menos 20 años más que ellas.
Se
nos describe, con sensibilidad y elegancia, el proceso de auto descubrimiento y de contradicciones internas de la adolescencia ante
situaciones en que las chicas no tienen la madurez emocional necesaria
para manejarse adecuadamente. El trigal del título es una metáfora
acerca del crecimiento personal transformando ese campo en la separación
física que hay entre el mundo infantil y el adulto. Un contraste
incierto que las chicas quieren recorrer rápidamente como si se tratase
de un juego prohibido, sin conocer las consecuencias reales que podría
ocasionar.
Las
tres primas coinciden en ese mismo distanciamiento entre ser niña y
mujer, Cristina adopta un aspecto de Lolita, maquillándose y vistiendo
de manera seductora para sentirse deseada, Silvia, en cambio, no se
interesa en su imagen y no sale de casa debido a una leve discapacidad
que la mantiene concentrada, Sofía esta en un punto medio.
La
atención sobreprotectora que recibe Silvia por parte de sus padres
provoca celos en Cristina quien se siente abandonada, lo que la hace
buscar ese cariño en miradas ajenas.
La
envidia es otro elemento clave para entender las relaciones entre los
personajes y cómo va modificando la dinámica de comportamiento, el
triángulo amoroso que se crea en la relación imaginaria entre Cristina,
Sofía y J.C. encuentra eco en los adultos que deben proteger a las
chicas, aunque la narrativa se presenta un poco diluida lo que le resta
peso dramático.
Trigal
habla del deseo y los peligros que conlleva por desconocimiento o
inexperiencia, hay una escena envenenada en el tercer acto, llena de
tensión incómoda, donde pone en entredicho cuáles son los límites del
consentimiento en las relaciones sexuales y cómo pueden variar según sea
la etapa en la vida por la que pasa cada persona. No es una película
feminista ni pretende dar lecciones, pero pone sobre la mesa algunas
reflexiones interesantes acerca de la sexualidad y de la vulnerabilidad
que poseen las chicas adolescentes ante sus primeras experiencias con el
sexo opuesto.
El guion se siente repetitivo y su pequeña historia de aprendizaje se alarga innecesariamente por casi dos horas, sin embargo, Trigal
es un trabajo delicado, con imágenes hermosas que nos habla del
despertar sexual de una pre-adolescente y sobre el temor / atracción que
sentimos hacia lo desconocido.La película funciona muy bien en especial
por las interpretaciones de las jóvenes actrices que logran transmitir la
espontaneidad e ingenuidad propias de su edad.
Cabe destacar la importancia que la película brinda a los cuerpos como transmisores del deseo humano sin ser morboso.
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