Sundown es una película franco-sueco-mexicana escrita y dirigida por el mexicano Michel Franco, con una fría mirada vacía al sufrimiento, tal vez recuerden algo de sus obras previas como Nuevo orden, Daniel y Ana, Através de los ojos, Chronic, o Después de Lucía, donde ha sido criticado de de imágenes y escenarios explotadores, pero al mismo tiempo ha sido elogiado por ir a lugares a las que la mayoría de las películas no van. Se estreno
Sundown ofrece una exploración fría sobre la desigualdad económica, siguiendo a un británico indiferente que abandona a su familia por los encantos de Acapulco, aunque la trama se construye lentamente con muy escasos diálogos y escenas altamente visuales para luego golpear con una violencia fugaz que pone de manifiesto el verdadero alcance de la trama, con un gran estudio de personajes de todo el espectro social, pintando un cuadro feo en un lugar hermoso.
Se trata a los personajes como si un niño estuviera diseccionando algun insecto, con un tono helado y sin prejuicios que deliberadamente hace que el público se pregunte si realmente tiene cosas sustanciales que decir sobre la trama, o si solo esta mostrando las partes feas, y los gestos hacia declaraciones sociopolíticas son principalmente un pretexto para presentar algunas imágenes agresivas.
La cinta nos ubica con una familia adinerada que disfruta del lujo de una villa de Acapulco. Neil, interpretado por Tim Roth, observa en silencio cómo su hermana Alice, interpretada por Charlotte Gainsburg, toma el sol, mientras que los sobrinos veinteañeros, Alexa, interpretada por Albertine Kotting McMillan, y Colin, interpretado por Samuel Bottomley, se encuentran en la alberca privada.
Las vacaciones parecen ir muy bien, piden servicio a la habitación, ordenan cocktailes, disfrutan de música durante la cena: hasta que al día siguiente, reciben una llamada desesperada. su madre se encuentra hospitalizada en Londres.
Hacen las maletas y corren al aeropuerto para tomar el siguiente vuelo. Debido a las prisas, Neil olvida su pasaporte, pero convence a que todos se adelanten, y el podria tomar el siguiente vuelo.
Pero Neil no regresa al complejo, se dirige a la playa y después toma un taxi que lo lleva a un hotel de mala muerte. Neil disfruta del calor del sol y la arena, mientras conversa con Bernice, interpretada por Iazua Larios, una atractiva mujer acapulqueña. El coqueteo se mueve rápidamente a la habitación, aunque el teléfono de Neil no deja de sonar, las llamadas son ignoradas mientras disfrutan el sensual momento. Hasta que se topa con el regreso de una Alice furiosa.
Sundown no revela nada durante la primera mitad de sus ochenta y tres minutos de duración., nos preguntamos siempre que es lo que hace Neil, ¿no le importa?, ¿porqué está tan tranquilo alejándose?
Las respuestas no son tan misteriosas, después de todo, el director nos engaña con un juego cinematográfico, mucho de lo que asumimos sobre Neil, Alice y los niños no es verdad. Aunque eso no disminuye el comportamiento apático de Neil. Hay una revelación en el tercer acto que tiene verdaderas consecuencias.
El mensaje de Michel Franco se reduce a la explotación. Los extranjeros ricos pueden disfrutar de lo mejor que ofrece Acapulco, como el hospedaje extravagante, comida, bebida y sexo. Berenice no se hubiera acostado con un mexicano pobre. Pero la vida de la clase trabajadora se ve acosada por la violencia y la corrupción. Neil experimenta esta lección de primera mano, aunque no se inmuta, ya que tiene sus propios planes, los cuales persigue a pesar del desprecio de su familia. Son acciones egoístas, pero tienen completo sentido en el contexto de la historia.
Tim Roth está fantástico, como siempre, con su interpretación discreta.
Sundown atrapa por su laconismo. El protagonista dice muy poco y lo único que sabemos de él, es lo que la cámara nos cuenta mientras le sigue como un detective descifrando el próximo movimiento de su presa. Las escenas están bañadas de sol y acciones de Neil, lo que da vida y consuelo también puede quemar y destruir.
La genialidad de Sundown radica en lo poco que cuenta mientras nos mantiene pegados a lo que estamos viendo, ese misterio nos obliga a estar pendientes de cada momento, de cada línea, por simple que sea. Ocasionando que una sola palabra tome mucho peso en cualquier instante. Una mirada silenciosa puede decir un millón de cosas diferentes.
Y entonces empieza la violencia.
Hay varias ocasiones en las que hay repentinos estallidos de violencia impactante, con disparos editados para que suenen como una explosión masiva, sacudiéndonos y dejándonos conmocionados.
Decir algo como, cuanto menos sepas de la película, mejor, por lo general sería una señal de que no se esta haciendo bien el trabajo, pero hay algunas películas que funcionan mejor cuando el espectador tiene la menor información posible, y Sundown es una de ellas. Todo lo que necesitas saber es que Michel tiene un control magnífico sobre lo que está haciendo aquí, tomándonos de la mano y guiádonos hacia destinos y respuestas desconocidos.
Incluso cuando creas conocer todas las respuestas, Sundown te dejará inseguro, adivinando, atormentado por todo lo que quedó sin decir.
Se puede disfrutar de esta cinta en cines en México.
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