¡Extra! ¡Extra!

Carry on

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La película Carry On , del 2024,busca capturar la esencia clásica del género mientras presenta un enfoque moderno que resuena con las audiencias contemporáneas. La trama de Carry On gira en torno a Ethan Kopek , un joven agente de la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte) que se ve envuelto en una situación peligrosa cuando un misterioso viajero lo chantajea para que deje pasar un paquete peligroso a través de la seguridad del aeropuerto durante la temporada navideña. Este escenario establece el tono para una comedia llena de enredos, malentendidos y situaciones absurdas, características que han definido a la franquicia desde sus inicios. La película combina elementos de comedia y suspenso, a medida que Ethan intenta manejar la situación, se enfrenta a una serie de personajes excéntricos y situaciones hilarantes que lo llevan a cuestionar su moralidad y su capacidad para hacer lo correcto. Uno de los mayores atractivos de Carry On es su elenco, que incluye a figuras dest

Wonka

Wonka
es una película de fantasía de 2023 dirigida por Paul King, quien coescribió el guion junto con Simon Farnaby, narrando la historia del origen de Willy Wonka, el personaje de la novela de 1964 Charlie y la fábrica de chocolate, del escritor Roald Dahl.
 
El reparto incluye los talentos de:
  • Timothée Chalamet como Willy Wonka.
  • Colin O'Brien como el joven Willy Wonka.
  • Calah Lane como Noodle.
  • Keegan-Michael Key como el Jefe de Policía.
  • Paterson Joseph como Arthur Slugworth.
  • Matt Lucas como Prodnose.
  • Mathew Baynton como Fickelgruber.
  • Sally Hawkins como la madre de Willy Wonka.
  • Rowan Atkinson como el Padre Julius.
  • Jim Carter como Abacus Crunch.
  • Tom Davis como Bleacher.
  • Olivia Colman como la Sra. Scrubbit.
  • Hugh Grant como el Oompa-Loompa Lofty.
 
Ya estamos acostumbrados a las secuelas y a los reinicios, son parte de la vida del cine, pero hay un aire específico de inquietud en torno a Wonka. El papel de Gene Wilder como el excéntrico dulcero es un referente de la infancia para varias generaciones. Tim Burton intentó acercarse a la novela, pero, puso de manifiesto hasta qué punto los fans querrían cualquier representación cinematográfica del genio. 
Bajo la dirección de Paul King, Wonka no respeta plenamente el encanto subversivo de la película de Wilder, pero posee una dulzura propia que proporciona un agradable sugar rush a quienes se alegran de ver brillar algunas buenas acciones en un mundo cansado.

Puede que te sorprenda descubrir que está llena de canciones y bailes, lo cual no debería de ser. El segundo intento en dos años de adaptar un clásico de Dahl a un musical cinematográfico; mientras que Matilda, de Netflix, se benefició de la obra de teatro ganadora del Tony. Wonka se resiste a meterse en el maratón sonidero del original de 1971 y forja su propio camino compositivo. No sabemos porque Warner Bros. no está vendiendo más ese aspecto de la película, porque las canciones son encantadoras. 
 
Desde las primeras notas de A Hat Full of Dreams, Wonka sale sin pasar demasiado tiempo, sin sumergirse en números pegadizos y bien escenificados. No hay ni un Cheer Up, Charlie en el montón. 
 
Las canciones dan una amplia oportunidad de infundir sensibilidad surrealista en el mundo sombrío que intenta iluminar con su pasión. Tras realizar dos de las mejores películas familiares de los últimos tiempos con Paddington y Paddington 2, el director encaja a la perfección en el mundo de Wonka, manteniéndose alegre en primer plano. No hay nada tan atrevido como el psicodélico viaje en barco de Wilder.

Timothée Chalamet consigue un tono respetuoso y serio al dar vida a un personaje que ya ha sido interpretado a la perfección, la mayoría en forma de citas reconocibles, la interpretación nunca se acerca demasiado a una imitación de Wilder, y ese espacio le da margen para poner su propio sentido de la personalidad en el papel. 
 
El nominado al Oscar está en el centro de todos los números musicales de la película, y aunque sus habilidades musicales no son reveladoras, interpreta las melodías alegres con entusiasmo. Interpreta las rarezas de Willy con ojos abiertos, es caracterizado como un eterno optimista y, después de siete años perfeccionando su buena fe pastelera, rebosa de entusiasmo bonachón ante la idea de tener una chocolatería con la que también espera fomentar una conexión con su madre, aunque suelta pequeños chistes por aquí y por allá, está muy lejos de ser el cínico que acabará cerrando su fábrica al público, por lo que es menos propenso a los ataques momentáneos de apatía que convirtieron a las versiones anteriores del personaje en un comodín. 

El guion opta por quitar los bordes ásperos de Willy y los traspasa al mundo cruel que está luchando por inspirar con dulces deliciosos, que tienen sus propiedades mágicas.

Wonka celebra la singularidad, y los sueños de Willy de compartir sus dulces con el mundo amenazan el status quo del cártel del chocolate, un trío de millonarios de la industria rivales, liderados por Slugworth, que creen que los dulces deben ser simples, baratos de producir e incapaces de hacerte volar. 
 
Como antagonistas, mantienen las cosas en movimiento con divertidos juegos de bigotes. Acumulan chocolate en bóvedas subterráneas para hacer subir los precios y se vuelven locos al oír la palabra pobre, deja que eso establezca tus expectativas sobre las profundidades de la villanía de la película. 
 
La estética opuesta de Willy y el cártel está bien lograda a través del diseño de producción y vestuario, con una bonita yuxtaposición entre el lenguaje visual creativo y fluido al que invita el mundo ficticio de Dahl y la limpieza utilitaria y de líneas duras de los malos.

El reparto secundario nos da un sinfín de risas cómicas, la Sra. Scrubbitt y sus repugnantes dientes amarillos se roban todas las escenas en las que aparecen, los enredos románticos de la depredadora casera con su matón, el Sr. Bleacher, proporcionan las mayores risas de la película. 
 
La Sra. Scrubbit tiene la costumbre de engañar a los huéspedes de su pensión para que se conviertan en sirvientes por contrato, y los otros huéspedes con los que Willy entabla amistad le motivan para ayudar a los que han estacionado sus sueños. El cura adicto al chocolate, y cada una de sus escenas sirve como escaparate en miniatura de su legendaria comedia física, algo que siempre se agradece. Los compañeros del clérigo cambian lo que cantan al unísono para referirse a cualquier travesura que se esté desarrollando en la iglesia, solo una de las muchas formas en que King cuela chistes en rincones inesperados de la película.

Wonka es una celebración de los creadores de música y de los soñadores, un gran musical cinematográfico a la antigua usanza que utiliza el mundo de Roald Dahl con el criterio suficiente para evitar cualquier golpe serio al autor o al legado de Gene Wilder. La interpretación de Timothée Chalamet es la más lograda en su seriedad, y da vida al personaje con un alegre abandono que hace que sea fácil apoyarle, junto con un enérgico reparto secundario que acaba llevándose la película. Los números musicales dan a la película la suficiente identidad propia como para que merezca la pena probarla.
 

Ya se encuentra en cines desde el 7 de diciembre.

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